Todo comenzó hace 19 años cuando… (Presten atención porque aquí va una anécdota)
Sentados en los palos rojos frente a la cancha de vóley en la EPE un día, como en muchos otros días en los que nos sentábamos en los palos rojos frente a la cancha de vóley en la EPE, en ese gran parche de amigos que éramos, planeábamos cómo y cuándo recorrer Sudamérica.
y también cómo esa sería una de las más grandes aventuras que haríamos en grupo, la cual emprenderíamos durante alguna de las vacaciones que tendríamos mientras terminaban nuestros días de colegio. Recuerdo que planeamos e imaginamos, discutimos y nos emocionamos diciendo – echando dedo, en bici, en bus, en avión – no paila, yo no tengo plata para pagar un avión, ¿a dedo? También recuerdo que en un momento la idea tuvo fuerza, forma y se convirtió en proyecto, entonces pusimos fecha de partida – siguientes vacaciones! Diciembre a Febrero! -… Pero por cosas de la vida no se dio, entonces siguientes vacaciones y siguientes y siguientes… Pasó el tiempo y la escuela, la universidad, algunos amores (afortunadamente), la maestría de unos, la no maestría de otros, el trabajo, el no trabajo… el tiempo. Nunca pensé que esa simple idea planeada entre amigos, ingenuidades (teníamos 14 años), y sobre todo fraternidad, quedara sembrada en mí con tal fuerza y deseo de hacerla realidad que llegara a germinarse y convertirse en uno de mis objetivos en la vida, como el acercarme a la música o ser un hombre feliz.  
Pues bien señoras y señores, hoy y después de muchos años de aquellas discusiones en los palos rojos frente a la cancha de vóley en la EPE, donde junto con mis amigos planeamos e imaginamos y donde también reímos y nos emocionamos tramando una aventura, yo estoy tratando de hacerla realidad. Desde hace tres años me encuentro en la ruta y en ella he pasado por Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Paraguay, Argentina, Uruguay, una vez más Brasil y he retornado a Colombia solo por un corto tiempo, pues por si no se dieron cuenta aún me faltan Chile y Venezuela.
Cada país ha tenido un momento muy especial, el momento en el que mientras estoy observando bonitos paisajes y lugares en ese país, también recuerdo aquellos palos rojos en los que un día todo comenzó… 
!La invitación!
¿Alguna vez se han imaginado haciendo parte de un paisaje que han visto pintado en un cuadro, una postal, o proyectado en la escena de una película? ¿Han observado detenidamente en esos momentos cuando nos imaginamos dentro de esos paisajes que ese imaginar es el primer paso para llegar a “allí”? ¿Ese “allí” que cada uno sabe donde es o donde está y que quiere conocer? ¿O han sentido a veces, que simplemente a veces, queremos estar en otro lugar compuesto de aromas, sonidos, colores, sabores y cielos diferentes? ¿Y que cuando nos detenemos un poco más a pensar, solo un poquito más, nos damos cuenta que somos el resultado de miles de años de historia donde los viajes siempre han estado presentes? Pues bien, esto es algo que me pasa con frecuencia y siento que es tan humano que me pregunto si les pasa a ustedes… ¿¿¿les pasa a ustedes???… yo creo que sí.
En la ruta de este viaje, mi viaje, he conocido y reconocido que “el viajar fue, es, y siempre será parte de la naturaleza humana”. Que todos alguna vez hemos querido viajar de alguna forma en nuestras vidas, ya sea como aventureros todo terreno o como viajeros cinco estrellas. Y esta es, pues, una invitación a que dejemos que esa naturaleza, histórica y no nociva naturaleza, nos impulse bien sea por un pequeño instante, o por muchos largos pasos, a dejar que nuestros ojos se sorprendan con nuevos paisajes, nuestros oídos escuchen cantos diferentes, nuestra piel sienta vientos que la ericen, nuestra boca experimente sabores exóticos y que nuestra nariz descubra olores estimulantes. Es una invitación a que cuando nos imaginemos en esos cuadros, postales o paisajes de película, aprovechemos para que ese primer paso no sólo nos lleve a imaginarnos en esos paisajes, sino que también nos lleve a componerlos con nosotros dentro de ellos. Es una invitación a que no nos detengamos cuando sencillamente sentimos que queremos visitar una montaña cercana, un río, el pueblo vecino, el mar, el bosque, visitarlo a él, visitarla a ella, o simplemente visitar otra gran ciudad. Pues cuando salimos de nuestra casa ésta siempre estará ahí, ahí donde creamos que está. Nada nos impide salir a unos cuantos metros para respirar una pequeña sensación de libertad y volver recargados a nuestro hogar… Sí, aprovechemos cuando nada nos impide respirar…  ​

Como dicen por ahí: El dinero no cae del cielo.
Es verdad que para viajar es necesario tener o contar con dinero, aunque eso no garantiza nada si uno no se decide a salir, si no te das cuenta que quien decide eso eres tú y que si no lo haces simplemente te quedarás con tu dinero bien guardado junto contigo… – el dinero no camina, no viaja, no decide por ti -. Pero sí, el dinero es algo que está presente en la mayor parte del tiempo, sobre todo en los tiempos y sociedades en los que vivimos ahora. Por eso, y como soy parte de esta zoociedad (de nuevo Jaime Garzón), yo también preciso de él para conseguir algunas metas que tengo en este, mi viaje. Algunos saben que la forma en la que he financiado este periplo mayormente ha sido tocando música en la calle y a través de algunas otras cosas que voy haciendo por el camino como: Tocar con mi nave espacial (HandPan) en la calle y lugares a los que voy visitando, o también cuando se arma algún combo con otras personas para tocar. Vendiendo algunas artesanías que compré como plan B, la cuales ya han tenido varios planes B… Uuufff. Vendí e hice “umas muito muito muito gostosas sobremesas de limâo (unos muy muy muy deliciosos postres de limón) que me dieron un buen respiro económico y laboral por mes y medio en Foz do Iguaçu. He trabajado en un Hostal haciendo la limpieza de la cocina, los jardines y la piscina, en esta última me metía casi siempre en las noches para contemplar el cielo mientras flotaba en un caimán inflable. Estas cosas las he hecho siempre enfocado en estar tranquilo, en hacer cosas que no tengo problema en realizar y me generan bienestar, que no falte la comida, el techo y la salud, aprendiendo de lo que veo y me propone el camino pero sin olvidarme que el dinero hace parte de esto, también pensando que no necesito mucho y tampoco poco, solo lo suficiente para estar bien (uihhss, esto último sonó muy hippie). Como ven el dinero no cae del cielo… cae del árbol que tienen escondido los papás detrás, en el patio de la casa… 🙂
Una idea con propuesta… y un pequeño impulso para continuar mi viaje!
Después del anterior bombardeo indiscriminado de letras compuesto por puntos de vista y experiencias personales mías, de yo, y de mí, quiero contarles una idea que tengo para juntar dos cosas que rondan en mi cabeza en este momento. La primera es que debido a que hace unos días mi nave espacial (mi Handpan) la cual es mi fuente principal de ingresos económicos durante el viaje, se ha estrellado y estallado en mil pedazos a causa de graves fallas mecánicas durante su vuelo, por eso he decidido hacer una rifa en la que reuniré fondos para su reparación (la triste verdad es que sería para su reconstrucción :{ …) y la continuidad de mi viaje, pues con ese suceso y otros más, la plática que traía para esta visita se fue. La otra cosa que va junto a esta idea es que con la rifa no solo quiero reunir los fondos que he comentado para la reconstrucción de mi nave espacial, sino que también voy a comprar un pasaje en avión ida y regreso para la persona ganadora y así impulsarla a que salga de viaje un ratico y me alcance, en el momento que mejor pueda, para que compartamos unos días juntos en algún lugar de esta especial América del Sur. Por qué se me ocurre y hago esto: Muchas veces durante este viaje he pensado en las muchas personas que han sido parte de mi camino cuando el lugar y la situación me recuerdan de forma especial su mirada o compañía, y en esos momentos me imagino y pienso en la posibilidad de compartirlos físicamente y lo bacano que sería hacerlo realidad. También sé que muchos en algún momento durante estos tres años han pensado en mí y se han imaginado como sería si estuvieran en mi lugar, el cómo sería esa experiencia, y en donde carajos estará este man?!. Pues creo que ,como lo he comentado anteriormente, a veces solo necesitamos un impulso para salir y hacer algo que queremos hacer y ,pensándolo de una forma romántica, me gustaría ser parte de ese impulso invitándolos a participar en algo en lo que creo y que definitivamente me ha alimentado de una forma muy especial. La propuesta es pues, que a partir de un paisaje pintado en un cuadro, una postal o una película, dejemos que nuestra imaginación nuevamente nos de ese primer impulso para llegar a “allí”, e invitarlos a que participen en la rifa de este pasaje en avión ida y regreso con destino a ese “allí” ubicado en algún lugar de esta especial América del Sur y que solamente descubriremos en el momento en que lo decidamos el ganador y yo. Esta es mi idea y propuesta, que en otro relato mucho más corto describiré y explicaré de la mejor forma posible.
Por fin el fin!
Bueno señoras y señores. Como se dieron cuenta descargué unas cuantas letras con las que quería saludar, relatar, invitar y proponer algunas cosas que como comenté anteriormente han sido parte de mi vida en estos últimos tres años. Cosas que con seguridad son y seguirán siendo parte de mí. Espero que no haya sido aburrido o incómodo el haber leído y llegado hasta aquí.
Deseo que en estos últimos tres años cada uno de ustedes haya tenido algunos momentos de tremendos sacudones acompañados por sonrisas y lágrimas, esos sacudones que da la vida cuando sencillamente nos regala una experiencia que nos quita el piso en el que nos sentíamos tan cómodos, experiencias que nos revuelcan desde lo más íntimo y profundo de nosotros y nos piden fuerzas para superar una prueba que después entrará a ser parte de nuestro ser componiendo nuestra historia… nuestro saborrrrrrr papá!.
Estaré por lo menos un mes más por estas tierras colombianas, así que si alguien quiere y tiene una idea desayunera, almuercera, comedera o lo que fuera. Solo diga no más y pillamos como le hacemos en parche o combito, ahí miramos.
Mi número celular es el de siempre… 315 3616747. Les cuento otra cosa? No tengo wahtsapp ni Facebook, así que nos tocó gastar el minutico. Pero sí tengo correo! eldanipuerto@gmail.com
Mando un abrazo muy especial pá todo el que lea este abrazo, y unas foticos pá que se imaginen lo que sea dentro de una historia.
Salud y se acabó esto… por fin!
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